Gibraltar, es una colonia británica, con una población de cerca de 30.000 habitantes, ubicada en el extremo noroeste de la Roca de Gibraltar, en el sur de España. Su situación en el estrecho de Gibraltar es estratégica, ya que éste último conecta el mar Mediterráneo y el océano Atlántico entre España y el norte de África.
Después de un relajado día de navegación nos dirigíamos a Gibraltar. En este minicrucero solo visitaríamos dos ciudades, pero estuvo bien aprovechado ya que no conocíamos Lisboa y en esta ocasión queríamos ver Gibraltar con más profundidad, además de tener dos días de navegación para disfrutar del barco, por lo que consideramos que a pesar de ser mini íbamos a disfrutarlo mucho.
Como es habitual desembarcamos temprano y una vez en el puerto nos fijamos en lo que hacía el resto de pasajeros. Así que, siguiendo a la mayoría, nos fuimos caminado, dando un agradable paseo de unos 15 o 20 minutos, hacia el centro de la ciudad.
Sabíamos que en Gibraltar hay 3 grandes zonas para visitar:
- El centro de la ciudad, que fue hacia donde nos dirigíamos para poder comenzar el recorrido en Casemates Square, que es una plaza de grandes dimensiones adornada por diversas tiendas, terracitas donde sentarte a tomar algo, bares y restaurantes… Esta zona está muy ambientada, estaba a tope de gente, tanto por los que acabábamos de bajar del barco como por los habitantes de la ciudad. En esta plaza encontramos diferentes lugares de interés como es la típica cabina de teléfono roja estilo británica, un museo de cristal con hornos y demostraciones de elaboración de figuras de cristal y una casa de apuestas, ubicada en una esquina de la plaza que merece la pena visitar.
Desde esta plaza y con una longitud de casi un kilómetro parte Main Street, la calle principal, repleta de comercios de todas clases, ideal para dar un paseo, y pararte a ver las numerosas y diversas tiendas. A este menester dediqué bastante tiempo… Para mi las tiendas son tan importantes como la propia ciudad que visito y lo digo totalmente en serio, ya que de esta manera puedes darte cuenta de detalles que de otra forma no verías, como fue el caso de las joyerías, donde comprobé que tenían descuentos para todos los pasajeros de los diversos barcos que llegaban a su puerto, además de escuchar que hablan indistintamente tanto en castellano como en inglés… Como moneda, utilizan la libra gibraltareña y el euro, en la mayoría de las tiendas tienen puestos los precios en ambas monedas.
El final de esta calle principal va a dar a la plaza de John McIntosh. Aquí verás la King’s Chapel, los juzgados y el ayuntamiento. Caminando un poco más llegarás a los Jardines de la Alameda y al teleférico, con el que podrás subir al Peñón.
- La segunda zona de interés es La Reserva Natural, conocida como The Rock, allí es donde viven los famosos monos de Gibraltar. Además puedes visitar los Pilares de Hércules, la Cueva de San Miguel, el Castillo Árabe, los Túneles de la II Guerra Mundial y del Gran Asedio.
- La tercera zona es La Punta de Europa, desde donde se puede ver África, visitar el Faro Trinity, el Santuario de Nuestra Señora de Europa y la Mezquita del Guardian de las Dos Mezquitas Sagradas.




Como os decía anteriormente, una vez situados en Casemates Square y teniendo en cuenta, como casi siempre, la escasez de tiempo de que disponemos para realizar la excursión, optamos por hacer la visita en taxi.
Tras acordar el precio con uno de los taxistas, que resultó ser muy agradable, comenzamos nuestro itinerario, dirigiéndonos en primer lugar a Punta de Europa, donde pudimos ver el Faro Trinity, el santuario de Nuestra Sra. de Europa y la mezquita. El taxista nos sirvió además de guía, ya que nos iba explicando cada detalle de los lugares por donde pasábamos.
Cuando subíamos por esa empinada y estrecha carreterilla a mi se me subía el estómago a la garganta. Que miedo por Dios!!!. Pensé que en cualquier momento, al coger una de las numerosas curvas nos, despeñaríamos. Hay que reconocer en cualquier caso que cada vez que bajábamos del taxi, las vistas eran impresionantes, al igual que el viento que allí hacía. No sé si siempre hace ese viento, pero en esta ocasión casi nos hace salir volando…
De nuevo en el taxi continuamos nuestro recorrido hacia la reserva natural del Peñón de Gibraltar, subiendo hasta llegar a la Cueva de San Miguel, donde pudimos admirar su belleza, repleta de estalactitas y estalagmitas, así como el gran auditorio construido dentro de ella, un lugar impresionante donde pudimos hacernos las fotos de rigor.



Nos pusimos de nuevo en marcha hacia la reserva de los monos. Aquí acompañados de estos traviesos animalitos pasamos un buen rato, dándoles de comer las hierbas que el propio taxista nos había dado previamente para poder jugar un poco con ellos. Os aviso que como te descuides, estos sinvergüenzas, te quitan hasta la dentadura, ya que son bastante aficionados a meter las manos en los bolsillos ajenos de la gente. Es más, a otra pareja, que en ese momento también se encontraba, allí les quitaron los guantes de los bolsillos. Ojo, que está prohibido darles de comer y te pueden multar.
Después de juguetear con los monos, que ya me empezaban a poner nerviosa porque estaban por todas partes y además se peleaban entre ellos, nos volvimos a subir al taxi, para dirigirnos a los Túneles de la II Guerra Mundial y del Gran Asedio, donde hicimos una visita del interior de los mismos disfrutando de una interesante perspectiva de la historia del peñón con representaciones de personajes, cañones, etc.. de la época.
Finalizamos nuestra excursión cerca de los Jardines de la Alameda, donde nos dejó el taxista justo a la hora de almorzar, acontecimiento que realizamos en un típico bar inglés que tenía unas hamburguesas con una estupenda pinta.

Después de este pequeño festín decidimos que aún nos quedaba tiempo hasta la hora de volver. Lo dedicamos a pasear por Main Street y sus innumerables comercios!!!! (otra vez, no lo puedo remediarrrrr¡¡¡¡), hasta llegar a Casemates Square, para regresar al barco después de visitar la fábrica de cristal y la casa de apuestas.
En la fábrica de cristal disfruté mucho, ya que me encantan las figuras de este material. Además había colgantes, pulseras y demás abalorios que nos gustan a las mujeres…
Una vez finalizada estas visitas decidimos que ya era hora de volver a nuestro barco para darnos un baño en la piscina y disfrutar del cálido jacuzzi…
Mañana finalizaba nuestro viaje en el puerto de Málaga, así que había que aprovechar a tope todo lo que el maravilloso Adventure Of The Seas nos ofrecía. Nuestra celebración de aniversario había sido genial y ya estábamos pensando en el próximo crucero…

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Fecha de publicación: 14 de febrero de 2014