Durante todos los cruceros que he realizado he podido comprobar que personas mayores, con discapacidades o determinadas enfermedades, realizan su viaje conjuntamente con nosotros. Es admirable su deseo de disfrutar de esta forma de viajar, a pesar de los impedimentos que por sus dificultades puedan tener. Evidentemente ninguno estamos libres de encontrarnos en un futuro en esa situación y es de agradecer los esfuerzos que las navieras hacen, en este sentido, para facilitar a esas personas el poder disfrutar de su crucero con la mayor comodidad posible.
A lo largo de este artículo voy a exponer algunos casos típicos de enfermedades y las barreras con las que nos podémos encontrar, así como recomendaciones para mitigarlas.
Antes de viajar:
Lo primero que tenemos que conseguir, antes de realizar nuestro viaje, es el visto bueno de nuestro médico, así como un informe, que posiblemente nos pedirá la naviera o la compañía aérea en caso de viajar en avión, en el que se detalle el diagnóstico, prescripción médica de medicamente y/o cantidades de oxigeno necesarias, en su caso. No está de más informar a la naviera de antemano y enviarles dicho informe.
Ha de ser el médico quién valore la posibilidad o nó de viajar en función de la enfermedad y condiciones físicas del paciente, considerando entre otros factores:
- Condición física del paciente.
- Que actividad física se realizará durante el viaje.
- Alimentación.
- Servicio médico en caso de viajes a lugares remotos.
- Etc…
Es muy importante en casos de enfermedad contratar un seguro de viaje, que nos cubra ante una eventual incidencia los gastos médicos, billete de avión de regreso o incluso gastos asociados a la interrupción del viaje.
Ojo, que las compañías de seguros siempre buscan alguna excusa para evitar abonar gastos, por lo que a la hora de contratar el seguro es imprescindible notificar a la compañía la preexistencia de una determinada enfermedad.
Enfermedades cardiovasculares:
En general y como sucede con cualquier tipo de enfermedad es recomendable la prescripción por parte de un médico de un informe en que se detalle la enfermedad del paciente, tratamiento y limitaciones. De hecho algunas navieras lo exigen, así como la indicación de que el paciente se encuentra en condiciones de viajar.
En el caso de enfermedades cardiacas se debera llevar encima el electrocardiograma más reciente y, en el caso de tener implantado un marcapasos, la correspondiente tarjeta identificativa, junto con el informe médico. No está de más incluir una lista con el contacto de los fabricantes de los dispositivos implantados, familiares y médico. Por supuesto no olvidar incluir en el equipaje de mano la medicación necesaria en cantidad suficiente.
Lo anteriormente indicado es tanto más importante en el caso de viajes aéreos, ya que para pasar sin problemas los controles de seguridad, las personas portadoras de marcapasos deberán acreditarlo presentando la documentación correspondiente. Solicitad al personal de seguridad un cacheo en lugar de pasar por un arco detector de metales.
Un gran riesgo para los pasajeros aéreos, sobre todo en viajes con duración superior a 8 horas, es la formación de coágulos de sangre. Este riesgo se agrava en personas con enfermedades cardiovasculares. Se recomienda levantarse frecuentemente del asiento y caminar, evitar bebidas alcohólicas y beber mucha agua.
Durante un crucero, la vida bordo no debe suponer ningún impedimento. Simplemente haz tu vida normal manteniendo las pautas en cuanto actividades físicas dictadas por tu médico. Lo mismo es aplicable en cuanto a la alimentación, procurando mantener la misma dieta sana que harías en tu casa, baja en sal, sin salsas, etc… Realmente todos tendríamos que hacerlo así, pero la tentación es muy grande y siempre venimos con algunos kilos de más….
Sobre todo prestar especial atención a cualquier síntoma que se pueda presentar como mareos, dolor en el pecho o espalda, dificultad para respirar, pulso irregular, etc… y comunicarlo inmediatamente al médico del barco o a recepción.
Oxigeno médico:
Si las personas que necesitan suministro de oxígeno médico regularmente no disponen de un respirador portatil existe la posibilidad de alquilarlo. Es preferible hacerlo a nivel local, contactando con empresas próximas al domicilio. Es posible que el proveedor habitual de oxígeno a domicilio disponga de equipos portátiles. En cualquier caso habrá que avisar a la empresa de que el equipo va a ser llevado al extranjero.
Otro punto a considerar es que tendrémos que tramitar las correspondientes autorizaciones por parte de las compañías aéreas y de cruceros para transportar el aparato. Las políticas de las compañías aéreas varian ampliamente, permitiendo en unos casos la utilización del respirador portatil y en otros facilitando ellas óxigeno médico durante el vuelo. Es conveniente informar a la compañía aérea con la sufiente antelación, preferiblemente a la hora de realizar la reserva. En este sentido es casi imprescindible obtener de antemano un certificado médico que acredite dicha necesidad, lo cual nos va a facilitar los trámites y nos va a facilitar los accesos, sobre todo a la hora de pasar el respirador por los controles de seguridad.
Algunas compañías, y en función del avión, ofrecen el suministro de oxígeno durante el viaje, unas de forma gratuita y otras con cargo.
En la web de la Fundación Europea del Pulmón www.european-lung-foundation.org es posible encontrar un listado de las políticas de las compañías aereas sobre el uso de respiradores autónomos a bordo de sus aviones y otra mucha información. Hay que tener en cuenta que algunas compañías exigen disponer de baterías suficientes para el respirador, que garanticen el funcionamiento del mismo durante el vuelo, tiempo de embarque y otros posibles retrasos. Al tratarse de productos sanitarios no limitarán nuestro equipaje de mano.
Con respecto a las navieras lo mejor es consultar la página web de la que hayas realizado la reserva de tu crucero, ya que suele haber una sección dedicada a personas con necesidades especiales. Al igual que en las compañías aéreas, cada naviera tiene sus propias normas, aunque de forma generalizada los pasajeros con requerimientos de oxígeno son responsables de llevar sus propios aparatos y suministros. También en este caso va a ser muy útil, y en algunos casos imprescindible, aportar el correspondiente certificado médico. Lo mejor es consultar con la agencia de viajes o la propia compañía los requerimientos y restricciones con suficiente antelación.
Durante el crucero no vas a tener problemas para utilizar y recargar el respirador, bien sea en el camarote, comedor (es conveniente pedir al camarero o maitre una mesa próxima a una toma de corriente) o zonas comunes. También hay que tener en cuenta el tipo de conector eléctrico disponible a bordo y llevar los correspondientes adaptadores.
Con respecto a las excursiones en tierra tendremos que asegurarnos de que la duración de la batería va a ser suficiente durante el tiempo que dure una determinada excursión e informarnos previamente de las dificultades de acceso que pudiera haber y la duración del recorrido.
Diabetes:
La diabetes no tiene por que suponer un impedimento para viajar para las personas que la padezcan, simplemente hay que tener en consideración una serie de pautas.
Siempre hay que llevar puesto un brazalete, colgante u otro elemento identificativo de la enfermedad. Tu médico deberá facilitarte un informe en el que se detalle el diagnóstico de la dolencia, tratamiento y posibles alergias, así como una receta que permita su adquisición en caso necesario.
Durante el viaje es recomendable llevar el doble de la medicación necesaria, asi como incluir en el equipaje de mano los medicamentos, analizador de sangre, etc… y no está de más echar también algún paquete de galletitas, caramelos, fruta o aperitivos que nos ayuden a compensar una hipotética bajada de azucar.
Con vistas a pasar los medicamentos por los controles de seguridad, es preferible llevarlos en una bolsita transparente y a ser posible en su embalaje original, junto con el informé médico.
Así mismo es conveniente que las personas portadoras de un dispositivo de bombeo de insulina se lo notifiquen previamente al personal de seguridad antes de pasar por el detector de metales en el control de seguridad.
Durante el vuelo es recomendable esperar a que la comida sea servida antes de inyectarse la dosis de insulina para evitar que un eventual retraso en su llegada desemboque en una bajada de los niveles de azucar en sangre.
Habrá que prestar especial atención a los cambios de horario durante nuestro viaje para no confundir el momento de administrar las dosis de la medicación.
La mayoría de las navieras disponen en sus camarotes de mini nevera, donde se puede meter la medicación para mantenerla refrigerada. En caso contrario habrá que comentarlo al hacer el embarque para que proporcionen refrigeración para la insulina, que será accesible a través del servicio de habitaciones o recepción las 24 horas del día.
Durante nuestro crucero los hábitos alimenticios pueden llegar a cambiar bastante. En el caso de personas diabéticas hay que extremar las precauciones y controlar más a menudo los niveles de glucosa y en el caso de hacer excursiones, com he indicado anteriormente, llevar algún aperitivo.
Con respecto al tema alimenticio, afortunadamente las navieras ofrecen distintos tipos de menús para personas con necesidades especiales. Al comer en restaurante informa a tu maitre o asistente de mesa de las mismas y en el caso de comidas en buffet, donde la variedad es muy grande, procura mantener hábitos de alimentación saludables.
Diálisis:
En el caso de enfermos renales con necesidad de diálisis, su dependencia de estar conectado al equipo de diálisis puede llegar a ser de hasta cuatro horas durante tres veces a la semana. Aunque, a priori, pueda suponer una limitación para realizar un crucero, hoy en día es perfectamente factible, bien sea mediante la utilización de un equipo propio o utilizando los servicios que algunas navieras ofrecen a sus pasajeros.
En caso de utilizar equipo de diálisis propio, tal y como se ha comentado en otros apartados de este artículo con otros equipos sanitarios, es preciso disponer de un certificado médico que avale la necesidad de utilización del equipo, así como tratamiento, duración, etc… Habrá que presentarlo tanto en el control de seguridad del aeropuerto en caso de viajes en avión, como al embarcar en nuestro crucero, en cuyo momento habrá que entregar a la tripulación también toda la medicación necesaria (EPO o eritropoyetina, etc…), almacenada en hielo, para la administración del tratamiento.
Algunas compañías, entre ellas Pullmantur, Costa Cruceros o MSC, disponen de equipamiento de diálisis a bordo. Estos servicios conllevan habitualmente un cargo adicional.
Bien sea utilizando equipo propio o el facilitado por la naviera es preciso notificarlo previamente en el momento de realizar la reserva para conocer las condiciones de la compañía y, muy importante, para que la tripulación este preparada al respecto.
En las webs de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón www.alcer.org o Diálisis at Sea www.dialysisatsea.com se puede encontrar multitud de información, salidas de cruceros con equipamiento, etc..
Organizando bien nuestro viaje, siendo conscientes de la enfermedad y de nuestras limitaciones podemos disfrutar perfectamente de nuestras merecidas vacaciones a bordo de un barco de crucero.
Francisco Rodríguez
Fecha de publicación: 31 de mayo de 2016