SS Cap Arcona 1927 – 1945

El SS “Cap Arcona” fue un crucero alemán perteneciente a la compañía HSDG, era considerado el “Rey de Atlántico Sur” y fue el buque insignia de la compañía.

Sus dimensiones eran de 206 metros de eslora por 25,80 metros de manga, con un desplazamiento de 27.560 toneladas. Disponía de tres chimeneas y dos mástiles, siendo su velocidad de crucero de 20 nudos. Construido en los astilleros de Blohm & Voss de Hamburgo, fue botado el 14 de mayo de 1927, realizando su viaje inaugural el 29 de octubre de ese mismo año.

Durante doce años realizó ininterrumpidamente cuantiosos cruceros de lujo. En 1933, era el orgullo del Tercer Reich y navegaba con bandera nazi por todos los océanos. A mediados de 1939 fue destinado al servicio de la Kriegsmarine (marina de guerra alemana). Tras la invasión de Polonia, el buque quedó amarrado en el puerto de Danzig y utilizado como vivienda flotante de la Kriegsmarine.

SS Cap Arcona

En 1944 ante el avance de las tropas sovieticas el “SS Cap Arcona” recibió la misión de transportar civiles y soldados a Copenhague pero sus turbinas de averiaron durante la travesía por lo que tuvo que ser remolcado a un astillero escandinavo y una vez reparado regresó a Alemania, al puerto de Lubeck situado en el Mar Báltico.

Viendo que la guerra era favorable al ejército aliado, las SS alemanas decidieron hacer desaparecer a todos los prisioneros de los campos de concentración para evitar futuros juicios por el exterminio realizado. Karl Kaufmann, jefe nazi del distrito de Hamburgo, ordenó a los oficiales de la SS trasladar a todo prisionero de guerra al puerto de Lubeck para embarcarlos en el “SS Cap Arcona”, el “Thielbek” y el “SS Deutschland”, con el siniestro objetivo de hundir posteriormente los barcos. Algunos oficiales, entre ellos Heinrich Bertram capitán de “Cap Arcona”, se negaron a cumplir la orden. Por lo que fueron apartados del servicio en algunos casos y en otros amenazados con ser fusilados. Lo que les obligó a acatar las órdenes del Alto Mando alemán. Una vez llevados a bordo a los prisioneros, el personal de las SS retiró todos los chalecos salvavidas y botes de salvamento. Finalmente el buque albergaba a más de 6.500 prisioneros y 600 guardias alemanes. La Cruz Roja sueca intentó diversas negociaciones con el gobierno alemán para liberar a los prisioneros, las cuales derivaron en la liberación de 2.000 prisioneros franceses que fueron llevados el 30 de abril de 1945 a Suecia para ser hospitalizados. Ese mismo día Adolf Hitler se había suicidado. Entre tanto las SS trasladaban al “SS Cap Arcona” medio millar más de nuevos prisioneros.

A primera hora de la mañana del 3 de mayo de 1945, submarinos alemanes maniobraban en la bahía de Lubeck y se preparaban para disparar los mortales torpedos con el fin de hundir el “SS Cap Arcona” y los otros barcos. Irrumpieron en el puerto carros de combate británicos, al mismo tiempo que un avión de reconocimiento ingles sobrevolaba la bahía. En un principio el bando alemán hizo frente al ejército aliado, quedando desviada la atención de los submarinos en contrarrestar el ataque de los ingleses, al cual se sumaban a media mañana varios aviones de la RAF (Royal Air Force), con cuatro escuadras de cazabombarderos que se ubicaron en posición de ataque.

Los alemanes izaron bandera blanca en sus unidades militares, no así en el “SS Cap Arcona” y los otros buques de transporte armados y repletos de prisioneros, que mantenían la bandera nazi y abrían fuego contra los aviones ingleses.

El capitán ingles Martin Scott Rumbold, jefe de grupo aéreo de cazabombardero ordenó el ataque. El escenario fue dantesco, el “Cap Arcona” y los demás buques fueron bombardeados y ametrallados por los cazabombarderos.

Completamente incendiado el “Cap Arcona” comenzó a hundirse. A bordo algunos prisioneros pudieron escapar, al igual que de los demás barcos. Pero su libertad momentánea sería truncada en muchos casos por ahogarse en las heladas aguas mientras intentaban nadar hacia el puerto o por ser ametrallados por el fuego constante de los cazas ingleses.

De los más de 4.500 prisioneros que albergaba el “SS Cap Arcona”, lograron salvarse tan sólo 316, ningún guardia alemán sobrevivió a la tragedia.

En la euforia del triunfo, los diarios ingleses e internacionales sólo mencionaron el “Brillante Ataque” de los aviones ingleses. Ningún gobierno británico se refirió jamás a la muerte de más de 7.500 prisioneros en la bahía de Lubeck por el ataque de su aviación. Nunca se ofrendaron flores ni se produjo ningún discurso en su memoria. Las autoridades
británicas explicaron más tarde que la presencia de una flotilla militar alemana junto al “Cap Arcona” les había inducido al error, pensando que el barco estaba ocupado por militares alemanes.

En el año 2000 el historiador alemán Wilhelm Lange afirmó que los británicos sabían de la existencia de estos buques prisiones un día antes del ataque llevado a cabo por su aviación, pero que este dado no se dio a conocer. El drama ha permanecido impune e ignorado por los libros de historia. Hasta los años 70, el Mar Báltico estuvo arrojando cadáveres y restos de los deportados.

Los restos del “Cap Arcona” permanecieron encallados en la bahía de Lubeck hasta 1950, luego fueron desmantelados y reducidos a chatarra.

Los archivos de este magnicidio denominado el caso “Lubeck” son documentos clasificados como secreto de guerra y no serán desclasificados hasta el año 2045.

Sobre postal circulado vía “SS Cap Arcona” de Argentina a Austria, con sellos de Argentina (año 1923-1924) y matasellos de Buenos Aires con fechador ilegible.

 

 

Tarjeta postal circulada del “SS Cap Arcona” con sello de Alemania año (1928-1932) marca naval y matasellos fechador de Hamburgo de fecha 11 de noviembre de 1929

 

 

 

Tarjeta postal circulada del “SS Cap Arcona” con sello de Alemania año (1928-1932) y
matasellos de Bremen con fechador del 12 de octubre de 1930

 

 


Autor: Juan Carlos López

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