Bautizado con el nombre del almirante genovés del siglo XVI Andrea Doria, fue construido en los astilleros de Ansado, Genova para la Societa di Navigazione Italia. Sus dimensiones eran de 212 metros de eslora por 27 metros de manga y un desplazamiento de 29.100 toneladas. Disponía de una chimenea y un mástil, siendo su velocidad de crucero de 26 nudos.
De todos los barcos de crucero italianos de su tiempo, el “Andrea Doria” era el más grande, el más rápido y lujoso.
Botado el día 16 de junio de 1951, la nave emprendió su viaje inaugural al mando del capitán Piero Calamai, el 14 de enero de 1953 desde el puerto de Genova con destino a New York. En este viaje fue embestido por una ola gigante de unos 30 metros de altura que le hizo escorarse casi 30º causando diversos contusionados.
Al igual que el siniestrado “Titanic”, el “Andrea Doria” era considerado uno de los barcos más seguros de su época. Contaba con un doble casco y disponía de once compartimentos estancos e iba incorporado con la última tecnología en radar de la época.
Sin embargo contaba con dos defectos, por un lado tenía una tendencia a escorarse demasiado cuando sus depósitos de combustible iban casi vacíos, cosa que sucedía al final de sus viajes. Y por otra lado sus botes salvavidas sólo podían ser arriados con una escora máxima de 15º
El 25 de julio de 1956 el SS Andrea Doria, en una noche de espesa niebla, navegaba cerca de la costa de Nantucket (Massachussets) dirigiéndose a New York. Su capitán Piero Calamai, había ordenado bocina intermitente de niebla y máxima atención a los vigías de proa. Además había encargado a su segundo oficial estar muy atento al radar.
Sobre la 05:30 de la madrugada, el segundo oficial captó en el radar un objeto en su ruta, el cual fue punteando para hacer los cálculos de cruce. Se trataba del del SS Stockholm que venia procedente de New York. Su capitán Gunnar Nordenson también comprobó en el radar que ambos buques se cruzarían por lo que ordenó al piloto abrirse un poco más cambiando el rumbo para dejar una mayor distancia entre los barcos al producirse el cruce. Hacia las 07:15 el tercer oficial del “Andrea Doria” hizo su relevo en el puente haciéndose cargo de la situación. Al poco comprobó, que según la instrumentación el cruce se produciría en menos de 12 millas y que se haría a menos de 1 milla de distancia entre uno y otro barco. El capitán del “Andrea Doria” al ser informado, ordenó un cambio inmediato de rumbo que les alejara mas, del barco que venía de frente. Este repentino cambio provocó la confusión en el “Stockholm”. A las 07:45 ambos barcos pudieron divisar sus luces de posición lo cual sorprendió a sus pilotos por lo enfrentado de sus rumbos. Ambos barcos intentaron maniobrar pero sin ponerse de acuerdo ni mantener una conversación por radio.
Desafortunadamente las maniobras de evasión fuero contrarestadas una por la otra debido a la falta de acuerdo entre ambos buques, lo que produjo que el SS Stockholm colisionara con su afilada proa contra el lado de estribor del SS Andrea Doria.
El SS Andrea Doria, herido de muerte, quedó escorado a babor 22º, lo cual impedía arriar varios de sus botes salvavidas. Los de estribor quedaban excesivamente alejados de la cubierta inclinada.
El “Stockholm” dio marca atrás lo cual fue un error, pues al desencajarse del “Andrea Doria” este sufrió una entrada superior de agua y provocó la muerte de más pasajeros y tripulantes.
Sin embargo gracias a la mejora en las comunicaciones y la rápida respuesta de otros barcos impidieron un desastre similar al del hundimiento del “Titanic”. La mayor parte de los pasajeros y de la tripulación sobrevivió. En el “Andrea Doria” 1.660 personas fueron rescatadas y 46 murieron, mientras que en el “Stockholm” fallecieron tan sólo 5 personas.
El primer buque en ayudar al “Andrea Doria” fue el propio “Stockholm” ya que no peligraba su flotabilidad, más tarde acudieron a su llamada de auxilio el “William Thomas”, el “Carpe Ane”, el destructor “Edward Allen” y el trasatlántico “Ile de France”.
En cuanto al “Stockholm” actualmente está en servicio para Vision Cruises bajo el nombre de Atenea. El Andrea Doria descansa a 80 metros de profundidad recostado sobre su banda de estribor con un ángulo de 22 º. Durante años el pecio ha sido visitado por cuantiosos aficionados y profesionales entre los que destaca la visita de Jacques Cousteau o Robert Ballard, entre otros. Habiéndose rescatado del mismo innumerables objetos.
Las responsabilidades del accidente quedaron disueltas en largos procesos judiciales hasta llegar al acuerdo de cada compañía costear, a través de sus aseguradoras, sus propios daños. Capitanes y oficiales fueron absueltos y se les confió otros barcos a su mando, excepto a Piero Calamar, capitán del “Andrea Doria”, quien no volvió a tener a su cargo buque alguno, viviendo el resto de su vida muy apesadumbrado. Historiadores cuentan que en su lecho de muerte pronunció sus últimas palabras “… seguro que está todo bien, ¿están todos a salvo?..”
Al igual que tras la tragedia de “Titanic”, la Normativa de Salvamento Marítimo fue corregida. En este caso se puso en marcha el actual Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes (RIPA), que dicta las normas y formas de actuar en situaciones de maniobras con otros barcos en las proximidades.
SS Andrea Doria Tarjeta postal de época
Autor: Juan Carlos López