No hay que dejarse llevar por los mitos, los cruceros tienen el mayor porcentaje de clientes satisfechos. Realizar un crucero es una excelente opción para tus vacaciones.
Los cruceros son caros
Si bien años atrás los cruceros estaban destinados a un público acomodado, actualmente los precios han bajado considerablemente y están al alcance de cualquier economía que pueda permitirse unas vacaciones.
Analizando lo que un crucero te ofrece incluido en su precio, nos daremos cuenta que difícilmente obtendremos todas esas prestaciones, a mejor precio, en cualquier otra forma vacacional más convencional. Viajar en crucero es una forma vacacional, mucho más económica que muchas otras experiencias tradicionales puedan darte. Si tú economía te lo permite también puedes optar por cruceros de lujo los cuales comparten el mercado con los más económicos disponiendo así de una oferta variada donde el precio no es ningún obstáculo.
Me voy a marear
Actualmente las previsiones meteorológicas asistidas por satélite aseguran singladuras en mejores condiciones y además los barcos disponen de potentes estabilizadores que harán más cómodo el viaje, por lo que la sensación de mareo ocurre con poca frecuencia. Aún así disponemos de diferentes remedios en caso de que esto suceda para aliviar los síntomas.
El mar como destino
Aunque mucha gente crea que unas vacaciones en barco tenga el mar como destino, esto no es así. Un crucero realiza diversas escalas donde se visitan puertos y ciudades, donde podemos optar por realizar excursiones, visitas a lugares de interés etc. El mar como tal es el medio, pero no el destino. Un crucero nos permite conocer, en sus diferentes escalas, nuevos países sin hacer y deshacer maletas o pasar por engorrosos trámites aduaneros y además disponemos de cruceros por aguas fluviales para los más escépticos.
Los cruceros son para gente mayor
A bordo de un crucero vamos a encontrar personas de diferentes edades y condiciones, desde familias a grupos de amigos, parejas, gente que viaja sola, etc. Aunque cada naviera busca un determinado nicho de pasajeros, la apuesta más generalizada del sector es potenciar el turismo familiar, sin embargo es posible buscar viajes enfocados a un público determinado.
Tengo que vestir de forma demasiado formal
La forma de vestir a bordo es de lo más variopinta e informal y salvo en excepcionales ocasiones como cenas de gala, o zonas determinadas como el Casino es necesario guardar unas mínimas normas en cuanto a la forma de vestir, no siendo en ningún caso excesivamente restrictivas. A nadie se le obliga a usar una etiqueta estricta en las cenas de gala pudiendo acudir sin ningún problema con un mínimo decoro. Al igual sucede en el Casino o en los Restaurantes donde simplemente aplicando el sentido común será suficiente para no tener ningún problema para acceder a estas zonas. No se trata de ir de punta en blanco, pero tampoco de ir en bañador y chanclas a determinados sitios.
Son espacios limitados y por tanto aburridos
Los buques de crucero cuentan con numerosas zonas de ocio donde diariamente y en amplio horario se dispone de un programa de actividades muy completo. En estas zonas de ocio podemos encontrar bares, pub, discotecas, piscinas, saunas, zonas de spa, salas de juegos, casinos, biblioteca, teatro, tiendas, pistas deportivas, etc. Incluso los días de navegación, donde el buque no realiza ninguna escala, nos parecerán insuficientes para disfrutar de todos los servicios que un buque de crucero puede ofrecerte diariamente. Aburrirse en un crucero es prácticamente imposible, múltiples actividades están a su disposición siempre y cuando quiera sumarse a ellas, con tan numerosos espacios comunes para conocer se llega uno a olvidar de que en realidad estas a bordo de un barco.
Autor: Juan Carlos López