Se construye, en 1932, el velero en los astilleros G. de Vries Lentsch, de Amsterdam, Inicialmente, su propietario fué un inglés, Mr D. Lawrie. Al cabo de menos de un año, el barco se encontraba en una campa, y de nuevo en venta.
En 1934 el velero es adquirido por D. Pedro Galíndez, quien le denomina Saltillo, nombre coincidente con el de su residencia en Portugalete.
Una cita histórica tiene lugar en este velero en 1948. El 25 de Agosto, el Saltillo, llevando a bordo a S.A.R. D. Juan de Borbón, se encuentra, previa cita, con el yate «Azor» del General Franco. Dicho encuentro tiene lugar a unas 5 millas al Norte de San Sebastián. Ambas personalidades se entrevistan durante largo tiempo, tratando diversos temas decisivos para nuestro país, y en especial, el concerniente a la educación del que algún día sería el futuro Rey de España.
… Franco da al Conde de Barcelona una explicación sobre la Ley de Sucesión y precisa que en la Ley se habla de que el Príncipe llamado a suceder debía tener treinta años y que Don Juan Carlos ha cumplido diez. La conversación sobre toda esta cuestión discurre fluída y fácil. Don Juan se da cuenta de que lo que quiere el Generalísimo no es controlar la educación del Príncipe, sino tenerle en España como carta política ante Londres y Washington, con el fin de romper el bloqueo y reanudar la normalidad diplomática… ». Tras la entrevista Don Juan saludó, se puso al timón y dio las órdenes oportunas a la tripulación, mientras Franco, sentado en una silla, aguantaba, como podía, los bandazos del Azor, sacudido por la marejada. En tres minutos y medio -tiempo récord- estaban izadas todas las velas del Saltillo que se alejó a toda marcha. En el palo del Azor apareció la señal internacional de “Buen Viaje”, contestada, en el acto, por la de “Muchas gracias” desde el barco del Rey. Minutos después, ambos interlocutores se habían perdido de vista. Don Juan se volvió a la tripulación del Saltillo y les felicitó: “Buena maniobra. Bravo, muchachos”. “Para que aprendan esos gallegos” fue la respuesta lacónica de los marineros vascos del Saltillo».
En 1962 se celebra en Atenas la boda entre D. Juan Carlos de Borbón y Dña. Sofía de Grecia. El Saltillo, vestido con sus mejores galas y fondeado en aguas del Pireo es testigo de dicho acontecimiento.
En 1968 D. Pedro Galíndez dona el Saltillo a la entonces Escuela Oficial de Náutica de Portugalete, con el objeto de que se empleara para la «enseñanza de prácticas marineras a los alumnos de esa Escuela».
A partir de esta fecha y durante unos 17 años el Saltillo fue utilizado regularmente para dicha finalidad.
En enero de 1987, Fernando Cayuela Camarero, capitán del Saltillo, llevó a éste hasta los Astilleros Mendieta, de Mundaka. Allí, en dique seco, se procedió a chorrear el casco, observándose el mal estado de la chapa, que presentaba
agujeros como puños a la altura de la flotación, por lo que procedía iniciar urgentemente una reparación a fondo.
A finales de Noviembre se funda, en la Escuela Superior de Náutica, la «Asociación de Amigos del Saltillo» , asociación de carácter filantrópico y cultural y cuyo principal objetivo es recabar medios materiales y humanos para la restauración del Saltillo.
Actualmente el Saltillo pertenece a la Universidad del País Vasco y participa en regatas, prácticas y cursillos, diversas singladuras participando en conmemoraciones y eventos.
Autor: Juan Carlos López