El WC de los barcos y la gestión de residuos

¿Os habéis parado a pensar cuantas veces pulsamos ese botoncito ubicado detrás de la tapa del inodoro mientras estamos a bordo de un barco?.

Muchas, seguramente, aunque no nos demos cuenta ya que lo hacemos de forma inconsciente y sin pararnos a pensar que ocurre después de realizar esa simple acción.

A mi, de siempre me ha gustado saber como funcionamiento de las cosas, Así que, tras documentarme un poco, me he decidido a escribir este artículo para intentar explicar brevemente como funciona el WC de un barco y que procesos se llevan a cabo para realizar el tratamiento de deshechos y aguas residuales a bordo.

 

La gestión de residuos en los barcos

Comenzaré comentando que la manera en que los residuos se manejan a bordo de un crucero está regida por unas leyes marítimas internacionales supervisadas por una Organización Internacional con sede en Londres. Estas leyes prohiben terminantemente el vertido al mar de cualquier tipo de aceite de cocina, ceniza de incinerador o plásticos. Además, existen regulaciones más restrictivas para algunas zonas del mundo, como la Antártida, Mar Báltico, Caribe, etc…

 

A pesar de que la legislación permite el vertido de aguas residuales no tratadas al océano si un barco se encuentra a más de 12 millas de tierra y a una determinada velocidad, en el caso de los barcos de crucero las compañías de cruceros miembros de CLIA implementan un sistema de gestión de residuos mucho más estricto, no permitiéndose el vertido de estos deshechos bajo ningún concepto.

Toda la tripulación de un barco tiene instrucciones precisas sobre el reciclaje y se encuentra totalmente concienciada en este sentido, desde el oficial ambiental hasta el asistente de cabina quién, en primera instancia, separa en sus correspondientes contenedores el plástico, el metal, el vidrio y el papel que pueda desecharse. Posteriormente el vidrio se separa por colores, antes de ser triturado y embolsado, al igual que el papel y el cartón, que son embalados antes de desembarcarse y enviarse para su reciclaje.

En resumidas cuentas, a bordo de un barco de crucero todo se recicla. Nada se envía directamente a vertedero.

 

El WC

En este sentido no vamos a volver a descubrir la rueda, el funcionamiento del inodoro de un barco es muy simple y similar al de nuestra casa. La diferencia radica en las infraestructuras que no vemos y que realizan el recogido y tratamiento de las aguas residuales.

Mientras que en un hogar la recogida de residuos del inodoro se realiza mediante una descarga de agua, en el WC de un barco un tubo de pequeño diámetro conecta el inodoro a una bomba de vacío en línea, recogiéndose los resíduos por succión. Un fuerte vacío se crea dentro de la tubería que extrae la basura del inodoro junto con una pequeña cantidad de agua.

A continuación los deshechos se transportan a gran velocidad por la acción del vacío hasta la bomba y desde allí se descargan al punto de recogida y tratamiento.

Además de reducir el consumo de agua utilizada en el inodoro en un 90%, el sistema de vacío elimina las bacterias y olores al absorber el aire del ambiente.

 

El tratamiento de residuos

Bueno, ya sólo nos queda saber que ocurre con esos residuos que se han recogido del WC, pero antes quisiera matizaros que esos deshechos, al contener materia fecal, se denominan “aguas negras”, al contrario que los residuos procedentes del lavabo, ducha o lavanderias, que se llaman “aguas grises”.

Ambos tipos de aguas (grises y negras) son mezcladas en perfectas proporciones antes de ser enviadas a bioreactores, donde los deshechos son filtrados y digeridos por bacterías muy bien diseñadas para ese cometicdo.

Posteriormente el líquido pasa por un proceso de desinfección con radiación ultravioleta, no empleándose sustancias químicas como el cloro, que podrían ser dañinas para el medioambiente marítimo.

 

Tras estos procesos, y su verifiación mediante analíticas, se obtiene un agua mas limpia que la propia del mar, hecho por el que algunos puertos permiten su vertido dentro de las 12 millas legales hasta tierra.

Es cierto que los cruceros son pequeñas ciudades y grandes generadores de residuos, pero también es verdad que están sometidos a legislaciones muy estrictas en cuanto al tratamiento y reciclado de los mismos. Afortunadamente, salvo algunas excepciones por las que se han impuesto importantes sanciones, las compañías navieras cumplen con escrupulosamente las normativas medioambientales cuidando del entorno marino.

Espero que os haya sido de utilidad este artículo, al menos para saber que ocurre en esas partes del barco que no vemos cuando apretamos el botoncito del WC.

¿No os gustaría poder hacer una visita a esas instalaciones de tratamiento de residuos de un barco?. A mi sí. Quizas algún día pueda tener la oportunidad…

Es obvio, pero el botón está situado detrás de la tapa por un motivo. ¡¡¡No se os ocurra hacer el experimento de desplazar la tapa del WC estando sentados y pulsarlo!!!.

 

Francisco Rodríguez

Fecha de publicación: Septiembre de 2018

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