Mis impresiones del MS Mistral

Después de casi dos duros años de pandemia, sin poder viajar y con los temores y angustias que todos hemos sufrido, finalmente comenzamos a ver la luz al final del túnel y, aunque el pasado verano hicimos un viaje por Galicia y Portugal, pensamos que había llegado el momento de decidirnos a hacer un crucero. Tanto por los factores de riesgo que tienen Marián, como nuestro hijo David, pensamos que la mejor opción para retomar nuestra pasión era hacer un crucero fluvial, ya que el número de pasajeros que navegan en este tipo de barcos es bastante menor que en los marítimos. 

Dicho y hecho, Marián se puso manos a la obra y comenzó a investigar las distintas opciones que había en el mercado, teniendo en cuenta algunas limitaciones que nos habíamos marcado, como descartar los desplazamientos en avión por su miedo a volar y en tren por el número de horas que supondría el viaje con mascarilla puesta. Entre las distintas opciones que encontró, una de ellas era un crucero de CroisiEurope en el barco MS Mistral por el Ródano, con salida desde Lyon y con una duración de 5 días. En principio el crucero se ajustaba a nuestras necesidades, ya que  hacía tiempo que queríamos conocer el sur de Francia y podíamos desplazarnos hasta allí en nuestro coche.

Para completar el crucero pensamos que sería buena opción llegar a Lyon con dos días de antelación a la salida del barco para conocer la ciudad y una vez finalizado el crucero, ya de vuelta a casa, pararnos en Montpellier y en Carcasonne para visitar esas ciudades.

El MS Mistral navega por el Ródano y dispone de una capacidad para 154 pasajeros. Es un barco de 4 anclas y 2 puentes con diferentes categorías, principal y superior, así como la cubierta al aire libre denominada Puente Sol, equipada con tumbonas y desde la que se puede disfrutar de unas bonitas vistas del paisaje durante el trayecto. Algunas de estas tumbonas se encuentran cubiertas con un techado que se baja en caso necesario al pasar bajo algunos puentes. 

El MS Mistral tiene una eslora 110 metros, una manga de 11,10 metros y una capacidad de 78 camarotes. Su año de construcción el 1999, renovado posteriormente en el 2007.

En este tipo de barcos no podemos esperar grandes lujos, aunque algunas navieras fluviales destacan por su alta categoría y suntuosidad, pero sí disponen de  las comodidades y servicios suficientes para disfrutar de un crucero agradable. En nuestro caso particular el crucero no fue todo lo placentero que hubiéramos deseado por distintos motivos que más adelante detallo.

Con mucha ilusión por embarcar, después de dos años en dique seco, nos dirigimos al puerto donde se encontraba anclado el MS Mistral, situado junto al Puente de l’Université, frente a la universidad de Lyon. La hora de embarque era a las 16.00h, aunque durante la mañana y dado que tuvimos que dejar temprano el apartamento donde nos alojamos durante dos días en la ciudad, nos permitieron depositar las maletas en la recepción del barco hasta la hora del embarque. Media hora antes de la hora indicada observamos que ya había pasajeros esperando para embarcar, así que nos dirigimos allí y esperamos nuestro turno para hacer el check-in. Junto a la pasarela de embarque habían dispuesto unas mesas, donde la tripulación solicitaba a los pasajeros la documentación de embarque y el certificado de vacunación Covid.

Después de acceder por la pasarela, y ya en el interior del barco,  nos encontramos con la recepción y una pequeña tienda de regalos y souvenirs. Allí nos estaba esperando un miembro de la tripulación que se hizo cargo de nuestras maletas y nos acompañó al camarote, donde nos explicó las características del mismo, funcionamiento de la TV, aire acondicionado, etc…. Una vez que se marchó, nos miramos con desilusión al comprobar el pequeño espacio del que disponíamos para tres personas. Habíamos reservado un camarote triple, pero sinceramente no acabo de entender a quién se le ocurrió meter una litera para la tercera persona en tan reducido espacio….

Nos dimos prisa en deshacer el equipaje y colocarlo en el armario y los distintos habitáculos disponibles en el camarote, ya que poco después de terminar el embarque zarpamos y a las 18.30h estaba previsto un cóctel de bienvenida y la presentación de la tripulación, para a continuación pasar al comedor para cenar.  El cóctel se realizó en el Salón Bar, situado en el puente principal, en la proa del barco, desde donde se dispone de una magnífica panorámica del exterior para poder disfrutar a cubierto de los paisajes tomando una copa. En este espacio es donde se desarrolla la vida en común con el resto de pasajeros, ya que, además del cóctel de bienvenida, se realizan juegos y entretenimientos, así como baile por las noches, animaciones y donde se puede disfrutar de música ambiental ofrecida por un pianista/cantante, por cierto muy bueno, que nos amenizo gran parte de los momentos que pasamos allí.

Durante el cóctel de bienvenida nos dimos cuenta, y así lo hizo saber al resto del pasaje el director de crucero, que éramos los únicos españoles a bordo. Curiosamente es el primer caso que se nos ha dado en los cruceros que hemos realizado en la que no nos encontramos con ningún pasajero de nuestra nacionalidad.

El MS Mistral es un barco inaugurado en 1999 y posteriormente reformado en 2007. En general se encuentra razonablemente bien conservado, sobre todo las zonas comunes. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de los camarotes, concretamente las deficiencias  y problemas que tuvimos en el nuestro hicieron que el crucero fuera una verdadera pesadilla.

Comenzando mi análisis del barco, empezaré por el Salón Bar. Se trata de un área amplia cuya decoración está realizada con mobiliario azul, así como moqueta del mismo color que, junto con la buena luminosidad del salón, rodeado de ventanales, hace que sea el lugar ideal para disfrutar de los paisajes durante la navegación.

Durante el día el Salón Bar, es el lugar donde la tripulación hace más amena la navegación entreteniendo a los pasajeros con distintos tipos de juegos. Por la tarde, antes de la cena es el punto de encuentro de los pasajeros para tomar un aperitivo mientras disfrutamos de la música que nos ofrece el pianista. Después de la cena el salón se convierte en discoteca donde podemos quemar un poco de calorías y terminar el día antes de retirarnos a los camarotes a dormir.

Cuando llega la noche, a pesar de no lucir el sol, el salón sigue igualmente iluminado por una intensa luz que se torna más suave dependiendo de la música que toquen y de los bailes que correspondan. La pista de baile es amplia y en ella caben perfectamente los pasajeros para pasar de unos buenos momentos después de la cena.

A la entrada del salón se encuentra el bar, donde podemos disfrutar de una extensa carta de bebidas incluidas en el precio del crucero, acompañadas de unos snacks. La carta también dispone de algunas bebidas especiales con cargo adicional. 

Como he indicado anteriormente, las zonas comunes del MS Mistral se encuentran bien conservadas, aunque no puedo decir lo mismo de nuestro camarote, ya que tanto su capacidad, como su estado de conservación , dejaban mucho que desear. Aunque no es habitual en los barcos de CroisiEurope  disponer de camarotes triples, la oferta de este crucero incluía algunos con esta capacidad, lo que hizo que nos decantáramos por reservar una cabina triple en el Puente Principal.

Comenzando con la descripción del camarote, comentar que las paredes son de color beige y la moqueta azul marino, con mobiliario marrón oscuro.  Dispone de un ventanal, con un estore del mismo color que las paredes, desde el es posible disfrutar del paisaje durante el recorrido del crucero.

Con respecto al mobiliario, debajo del ventanal disponemos de un pequeño armario bajo de almacenamiento, en el que se pueden meter objetos con poca profundidad y a ambos lados de éste se encuentran las camas. A los pies de la cama derecha hay un armario ropero con perchas, baldas y caja fuerte. Frente a éste, en el lado izquierdo de la cabina, hay un pequeño escritorio con un espejo.

El baño, situado a la derecha, según entramos en el camarote, tiene un tamaño reducido. Integrado en el habitáculo se encuentra un lavabo con armarito de baño con espejos sobre el mismo y un bote de gel de manos situado al lado derecho, además de una ducha con cortinilla. Particularmente, tanto por higiene como por comodidad, yo prefiero mampara. Lo veo más cómodo e higiénico y además no se sale el agua mientras nos duchamos. La ducha dispone de un pequeño hueco donde diariamente el personal de limpieza renueva botecitos de gel y champú.

Adicionalmente, la cabina tiene escondida en el techo una televisión de pantalla plana abatible, donde es posible ver la programación de televisión, así como hilo musical, wifi y enchufes de 220V.

Como puntos negativos del camarote tengo que destacar su escasa capacidad ya que se trata de una cabina estándar doble, a la que se le ha añadido una litera sobre una de las camas (menos mal que no han instalado también una litera sobre la otra cama, convirtiendo la habitación en cuádruple…..). La litera era totalmente improvisada, construida con listones de madera reutilizados, sujetos a las paredes con escuadras heterogéneas, dando una impresión total de inseguridad. El espacio entre la cama y la litera era claramente escaso y con acceso muy difícil e incómodo para un adulto, como fue mi caso. También la altura entre la litera y el techo era muy pequeña, por lo que mi hijo tenía verdaderos problemas para acostarse, no pudiendo ni sentarse, ya que daba con la cabeza en el techo. A mi me tocó dormir debajo de la litera y uno ya tiene una edad, además de una hernia cervical, por lo que acostarme en la cama suponía un verdadero calvario.

Desde el primer día la cisterna del WC no funcionaba, tirando agua constantemente, por lo que tuvieron que repararla en dos ocasiones. Entre reparación y reparación tuvimos que hacer uso de la papelera, llenándola de agua en la ducha y vaciándola en el WC. Por otro lado los malos olores en el cuarto de baño eran continuos.

El deterioro del camarote era evidente, con el lavabo desconchado, la puerta del baño con manchas y sin pintura en alguno puntos, Además, el termostato del aire acondicionado imposible de ajustar a una temperatura agradable.

De los dos enchufes que había en el escritorio uno de ellos no funcionaba. Lo comentamos en recepción y nos dieron un duplicador de enchufe para utilizarlo en el que sí funcionaba…..

En definitiva, es inaceptable que se oferten camarotes en las condiciones indicadas, máxime teniendo en cuenta el precio que cuesta un crucero de este tipo. En nuestro caso fue una verdadera pesadilla, deseando en todo momento que finalizara el crucero, que dio al traste con las ilusiones con las que habíamos preparado este viaje.

COMPLEMENTOS DEL CAMAROTE

  • Televisión
  • Baño con ducha y aseo privados
  • Toallas 
  • Teléfono interior
  • Caja fuerte
  • Climatización reversible
  • Electricidad 220V
  • Wi-Fi

Continuando nuestro recorrido por el barco, después de ducharnos y arreglarnos nos dirigimos al Salón  Bar, donde mientras se realizaba la presentación de la tripulación nos ofrecieron un cocktail, para pasar a continuación al restaurante, situado en el puente superior. En el restaurante se sirven los desayunos, almuerzos y cenas durante el crucero y consta de una amplia sala decorada con los mismos tonos que el resto del barco, con capacidad para la totalidad del pasaje, aunque en nuestro caso el aforo estaba reducido por las restricciones del Covid. La ubicación de las mesas es correcta con espacio de seguridad entre ellas suficiente.

Nuestra mesa se encontraba junto a una de las grandes ventanas panorámicas, desde donde disponíamos unas magníficas vistas del paisaje mientras degustábamos nuestras comidas. 

El desayuno buffet ofrece una amplia variedad de opciones para elegir, bollería riquísima, panes de diferentes tipos, yogures cremosos, cereales, frutas, frutas en almíbar, macedonias, dátiles, higos, orejones, chacina de todo tipo, quesos parmesanos, cremosos, especiados, huevos crudos para cocer al gusto, zumos, cafetera en la mesa y leches a diferentes temperaturas. 

Los turnos de las comidas eran fijos, 07.30h para el desayuno, 12.30h para el almuerzo y 19.00h para la cena, adaptados siempre a las excursiones que se realizaban.

La gastronomía de CroisiEurope es su fuerte, basada en comida francesa con platos muy elaborados y bien presentados. El menú dispone una carta única con posibilidad de cambiarla en el caso de que el pasajero tenga una necesidad alimentaria especial, o si algún plato del menú no es de su agrado. La bebida está incluida, pudiendo pedir cuanto se desee durante las comidas.

La indumentaria en este crucero es casual tanto durante el día como por la noche. Únicamente en la noche de gala la vestimenta fue un poco más elegante.

Con respecto a las excursiones en este crucero están orientadas a que se contraten previamente por los pasajeros que quieran conocer algunos lugares de interés un poco más retirados del punto de escala. En nuestro caso y dado que nuestro hijo David estaba bastante cansado por los días previos que pasamos en Lyon, optamos por hacerlas por nuestra cuenta y conocer, dando un paseo, esos pequeños pueblos de escala que también tienen su aliciente. Como anécdota, por decirlo de alguna manera, quiero comentaros que la escala en Arlés fue un poco sorpresiva, ya que el barco llegó al puerto mientras almorzábamos. Cuando terminamos de comer fuimos al camarote para lavarnos los dientes y, cual fue nuestra sorpresa, cuando vimos que el barco zarpaba. Preguntamos en recepción y nos indicaron que el barco había parado el tiempo mínimo para que los pasajeros que habían contratado la excursión desembarcaran, para continuar a un puerto próximo con el fin de realizar avituallamiento de gasolina y que regresaría a Arlés en una hora. Finalmente tardaron 2 horas, tiempo perdido que nos hubiera venido muy bien para para poder conocer  un poco más a fondo la ciudad.

Otra desventaja  a tener en cuenta es que las notificaciones por megafonía, la exposición del menú por parte de la tripulación, los  juegos, actividades, etc… se realizan exclusivamente en francés. Particularmente opino que al menos deberían de repetirse en inglés.

Como punto positivo del crucero hay que resaltar la tripulación, muy servicial y amable en todo momento. 

Sobre las propinas tengo que comentar que no están incluidas en el crucero. El último día encuentras un sobre en el camarote, para que de forma voluntaria dejes la propina que creas conveniente, en función del servicio recibido.  El sobre se puede depositar en una urna disponible en la recepción.

Mis impresiones finales sobre el MS Mistral no son todo lo gratas que hubiéramos deseado ya que el barco, en modo alguno, ha cumplido nuestras expectativas, no ya por el servicio y atención de la tripulación, zonas comunes, gastronomía, etc…, sino por por el camarote, cuyas deficiencias he indicado anteriormente y que a modo de resumen son:

  • Literas muy deficientes, con poco espacio y dificultad de acceso.
  • WC constantemente averiado
  • Imposibilidad de ajustar la temperatura del aire acondicionado.
  • Lavabo desconchado y con muy mala presencia.
  • Puerta del baño con manchas y pintura deteriorada.
  • Malos olores en el WC.
  • Enchufes inoperativos.

En resumidas cuentas este crucero nos ha decepcionado y nos pensaremos mucho nuestro próximo crucero fluvial con esta compañía. Desde hace tiempo tenemos en mente realizar un crucero por el Loira, por lo que posiblemente nuestro próximo crucero fluvial será ese destino….. 

Otros datos de interés:

Distancias recorridas:

  • Lyon-Arles: 283 kms
  • Arles-Avignon: 40 kms
  • Avignon-Châteauneuf du Pape: 17 kms
  • Châteauneuf du Pape-Viviers: 64 kms
  • Viviers-La Voulte: 48 kms
  • La Voulte- Tain l’Hermitage: 39 kms
  • Tain l’Hermitage-Lyon: 89 kms
  • Total recorrido durante todo el crucero: 580 kms

Esclusas:

  • Ormes: 5m desnivel
  • Dracé: 5m desnivel
  • Couzon: 5m desnivel
  • Pierre Bénite: 11,80m desnivel
  • Vaugris: 6,70m desnivel
  • Sablons: 15,30m desnivel
  • Gervans: 11,80m desnivel
  • Bourg-Les Valences: 12,50m desnivel
  • Beauchastel: 13,65m desnivel
  • Logis-Neuf: 13,75m desnivel
  • Chàteaybeuf: 18,50m desnivel
  • Bollène: 23,00m desnivel
  • Caderousse: 9,50m desnivel
  • Avignon: 10,00m desnivel
  • Beaucaire: 15,50m desnivel
  • Barcarin: 0,50m desnivel
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MÁS INFORMACIÓN DEL BARCO:

Fecha de publicación 11 de diciembre de 2021.


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