Kalocsa

Kalocsa es una ciudad con más de mil años de antigüedad, al igual que el propio estado húngaro encontrándose ubicada a medio camino entre la frontera de Serbia, Croacia y Hungría y la ciudad de Budapest. En sus inicios, en el siglo IX, fue la sede del guerrero húngaro Árpád y albergó uno de los primeros obispados del país.

En el verano de 1.529 los turcos destruyeron completamente la ciudad. Kalocsa comenzó de nuevo su desarrollo después de 150 años, cuando el Imperio Otomano abandonó el país.

Kalocsa es mundialmente famosa por su pimentón rojo, que se utiliza principalmente seco y molido y sus bordados de aguja o “kalocsai hímzés”, con particulares diseños y colores. Con el paso del tiempo, los lugareños perfeccionaron la técnica y las especialidades del cultivo de su querido pimentón, que se convirtió incluso en un producto de exportación notable para Hungría. Siendo un Hungarikum comestible (objeto o concepto oficialmente aceptado que representa a Hungría), es muy apreciado no sólo por los húngaros sino también por los extranjeros.

Los famosos bordados húngaros, el de aguja y el bordado Richelieu, o “kalocsai hímzés” en lengua húngara, con sus diseños y colores particulares hacen que cualquier tejido sea único y fabuloso de una manera tradicional. Los patrones del bordado de Richelieu (que toma su nombre de un estadista francés) pueden ser tales bellezas, que incluso celebridades como, Nicole Kidman, han sido fotografiadas usando vestidos espectaculares con bordados en kalocsai.

También es famosa en el país La Puszta, conocida también como La Gran Llanura. Es una zona que estuvo considerada en el siglo XIX como el Oeste salvaje de Hungría: inmensos rebaños de ganado pastaban bajo la guardia de cow-boys. La “Puszta” está clasificada como patrimonio mundial desde 1999.

Nuestra próxima escala después de visitar Bratislava sería Kalocsa, donde teníamos previsto llegar a primera hora de la mañana. Una vez más, como venía siendo habitual en este crucero disponíamos de poco tiempo para realizar la visita de la ciudad y sus puntos de interés. Dado que el barco zarparía a las 12.45h, optamos también por realizar la excursión programada por CroisiEurope. 

Desayunamos tempranito, ya que el autobús salía a las 08.30h. Dicho y hecho, a esa hora ya estábamos subidos y partiendo hacia Puszta, también llamada la Gran Llanura, primera visita prevista en esta excursión, donde pudimos descubrir sus paisajes y su sorprendente y diversa fauna.

En unos 20 minutos llegamos un rancho o granja, en el parque Kiskrusag, ubicado en pleno corazón de la Puszta. Allí asistimos a una exhibición de las tradiciones ecuestres regionales, donde los jinetes de caballos “csikos” realizaron sorprendentes acrobacias. También tuvimos la ocasión de degustar “palinka“, bebida típica de la zona y “pogasca“, pequeños bizcochos salados.

Volvimos al autocar, que nos llevó a visitar un museo regional, que albergaba una casa típica de la región, amueblada con el mobiliario y enseres que habitualmente se pueden encontrar en las casas rurales de Hungría. Como suele ser habitual en todos los museos había una tienda donde tenían a la venta los productos y recuerdos típicos del lugar.

Continuando la excursión llegamos al Museo del Pimentón donde, nada más entrar, sorprende la fachada del edificio totalmente cubierta de ristras de paprika, el famoso condimento del país. En sus jardines exteriores hay una gran variedad de instrumentos para la siembra, recolección y tratamiento de la especia, así como un puesto de venta de artículos y souvenirs. El interior del edificio alberga un museo donde también se pueden ver una exposición de aperos, herramientas y documentación relativa a la historia de la paprika.

Finalizada la visita del Museo del Pimentón volvimos a subir al autocar que nos llevaría de nuevo al MS Beethoven para continuar hacia nuestro próximo destino, Budapest. Como habéis podido comprobar fue una mañana muy intensa y podíamos decir que algo estresante, por todo lo que tuvimos ocasión de ver en el poco tiempo de que disponíamos.

Ya tocaba almorzar, descansar y relajarnos disfrutando de la tarde de navegación que nos esperaba rumbo a Budapest. Teníamos ganas de llegar, ya que era uno de los puntos clave del itinerario y más después de haber tenido la fortuna de navegar la noche anterior por el corazón de la ciudad….

• 1.- Catedral de la Asunción: Catedral barroca construida originalmente en el año 1.050, que fue destruida en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. La actual edificación de estilo barroco se construyó entre los años 1.728 y 1.774, se cree que bajo diseño de los arquitectos Andreas Mayerhoffera o Josef Emanuel. Es de destacar el estuco en su techo, el retablo de la Asunción, obra de Leopold Kupelvieser y las figuras Esteban I y Ladislao I, frente al altar mayor.

• 2.- Palacio Episcopal: Edificio de estilo barroco construido a finales del siglo XVIII. Dispone de una biblioteca que alberga unos 130.0000 volúmenes, entre ellos una Biblia que perteneció a Lutero. En su piso superior se pueden encontrar frescos de Franz Anton Maulbertsch, famoso pintor austriaco. Más información….

• 3.- Museo Viski Járolv: Se trata de un museo etnológico, en el que se recogen la vida, cultura y costumbres de Hungría. Dispone de varias colecciones, entre las que destaca una colección textil que representa las diversas épocas del arte popular y trajes típicos de Kalocsa, otra colección arqueológica y una de documentación histórica con fotos, postales, periódicos, etc…. Más información….

• 4.- Museo del Pimentón: Edificio de dos plantas que alberga el museo de la paprika, conocido condimento, ilustrando su historia, cómo llegó al país, sus métodos de cultivo, siembra y cosecha, cómo se reduce a polvo y cuales son sus usos. Se exhibe una colección de artefactos y herramientas para la producción del condimento. Se pueden ver las guirnaldas de paprika colgadas de las vigas del museo, así como la fachada de la casa cubierta de las mismas.

• 6.- Museo Casa de Campo de Arte Popular (Népmüvészeti Tájház): Pequeño museo donde se puede visitar una casa de campo típica de Hungría, completamente amueblada y con los enseres habituales de la región. Este tipo de casas normalmente se construyen en una colina para protegerlas en caso de inundación del Danubio. Su construcción es de adobe y el techo cubierto de caña sirven para mantener el calor en invierno y el frescor en verano. Habitualmente disponen de 3 o 4 habitaciones, una de ellas utilizada en días festivos o en caso de recibir visitas. Más información….

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Fecha de publicación: Agosto de 2019

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