El SS América fue un lujoso trasatlántico construido por Gibas & Cox, para la compañía estadounidense United States Lines. Fue el mayor buque de pasajeros de los Estados Unidos de su tiempo. Tuvo muchos nombres desde su construcción hasta su naufragio en 1994.
Sus dimensiones eran de 220,80 metros de eslora, por 28,70 metros de manga y un desplazamiento de 35.440 toneladas. Disponía de dos chimeneas y dos mástiles, siendo su velocidad de crucero de 22,5 nudos. Fue botado el 31 de agosto de 1939 siendo madrina del bautizo la primera dama de Estados Unidos, la señora Eleanor Roosevelt.
Realizó su primer viaje partiendo de New York el 10 de agosto de 1940 para recorrer los puertos de Charlotte Amalie (Islas Vírgenes), San Juan de Puerto Rico, Puerto Principe (Haiti), La Habana (Cuba) y regreso a New York. Poco después fue reconvertido debido a la II Guerra Mundial, militarizado y rebautizado como USS Westpoint en 1941. Fue destinado al transporte de tropas y devuelto a sus propietarios al finalizar la guerra.
Después de la guerra, fue restaurado y restituido con su lujo original. Retomando su vida civil el día 14 de diciembre de 1946 y realizando su primer viaje entre New York, El Havre y Southampton. Entre los años 1946 a 1964, el buque cruzó el Océano Atlántico varias veces, hasta que los aviones comerciales fueron desplazando gradualmente a los cruceros, finalmente en 1964 fue retirado del servicio.
La naviera griega Chandris Lines, lo adquirió en octubre de 1964 y lo rebautizó como S.S. Australis. Tras modernizarlo y ampliado lo puso en servicio para transportar emigrantes y turistas. Fue sucesivamente vendido y rebautizado como SS Italis y SS Alferdoss.
En 1993, en el puerto griego de El Pireo, el barco estaba fuera de servicio por el mal estado de sus máquinas y sus reparaciones resultaban demasiado costosas. Fue comprado por un armador tailandés por 2 millones de dólares para reconvertirlo en hotel flotante de lujo en Bangkok, para ello fue nuevamente rebautizado como ·American Star” y para su traslado se precisó de un remolcador oceánico ruso. En la travesía, frente a las Islas Canarias, mientras iba siendo remolcado, sobrevino una fuerte tormenta, viéndose obligado el remolcador a cortar amarras y dejando al “American Star” a la deriva. Tres días más tarde, tras varias descoordinaciones entre los intereses implicados, encalló definitivamente en la costa suroeste de Fuerteventura. Siendo víctima de saqueos por los que se hicieron con toda clase de elementos y accesorios. El naufragio constituyó un auténtico atractivo turístico.
Después de partirse en dos, por los embates marinos, la mitad de popa se hundió definitivamente en el océano. La otra mitad, la de proa permaneció en la playa reconocible, y se la conocía como un barco fantasma.
Autor: Juan Carlos López