Katakolon

Katakolon es un pequeño pueblo griego rodeado de bajas colinas con bosques, que se encuentra situado en la costa oeste de Grecia, en la pedanía de Pirgos y a unos 320 kilómetros de Atenas.

En el siglo XIX fue un importante puerto marítimo debido a su excelente ubicación en la península del Peloponeso frente el mar Jónico.

Actualmente es, después del puerto del Pireo en Atenas, el puerto griego con mayor afluencia de cruceros debido a su proximidad (unos 40 kilómetros) con la antigua ciudad de Olimpia, lugar donde los griegos acudían cada cuatro años para celebrar los juegos olímpicos dedicados al dios Zeus.

Debido a su reclamo turístico el pueblo dispone de muchas tiendas de ropa, artesanía y alimentos, así como bares, cafés y restaurantes, además de hermosas playas en sus alrededores.

Katakolon era la primera escala que haríamos en nuestro crucero por las Islas Griegas con el Celebrity Reflection, así que tras un día de navegación desde que partimos de Civitavecchía nos aproximábamos a este pequeño pueblo de la costa griega.

Se trata de una localidad pesquera pequeñita de la Grecia occidental, llena de casitas y calles estrechas, que perfectamente se puede visitar en un día. Es famosa por encontrarse a pocos kilómetros de las ruinas de Olimpia y por sus hermosas playas. En nuestro caso y dado que nos encontrábamos en pleno mes de agosto y con unas temperaturas muy elevadas, optamos por dejar para otra ocasión la visita a Olimpia y dedicarnos a conocer Katakolon y sus alrededores.

Como la mayoría de pasajeros tenían prevista la excursión a Olimpia, nos tomamos el día con bastante calma, por lo que no madrugamos mucho y subimos al buffet a desayunar sobre las 09.00h, con la idea de desembarcar cuando la mayor parte de los pasajeros ya lo habían hecho.

Como ya os he comentado Katakolon es bastante pequeño y para llegar al centro, situado a medio kilómetro del puerto, lo único que tenemos que hacer es caminar desde la zona de desembarque siguiendo la señalización pintada en el suelo hasta la salida del puerto, donde comienza la zona comercial, llena de tiendas, bares y agencias de excursiones.

Una vez allí, nos encontramos con tres calles paralelas a la costa. Una de ellas, la más cercana al mar, se encuentra repleta de bares, cafés y restaurantes con gastronomía griega. La segunda calle ofrece al visitante multitud de tiendas de ropa, artesanía, alimentos, jabones y esencias, así como todo tipo de recuerdos locales. En la tercera calle se encuentran la mayor parte de las casas y residencias del lugar, así como algunos negocios menos turísticos frecuentados por los habitantes del lugar.

Continuando con nuestro recorrido, caminamos a lo largo de la calle comercial, parándonos a echar una ojeada por las múltiples tiendas de recuerdos, ropa, y artesanía hasta que llegamos a una plaza donde se encuentran un par de lugares de interés para visitar en el pueblo, el Museo de la Tecnología Antigua y la Iglesia Ortodoxa de Agios Nicolaos.

En esa plaza se encuentra la parada del tren turístico. En nuestro caso y dado que íbamos con nuestro hijo David pensamos que sería la mejor opción para conocer los alrededores del pueblo. La frecuencia de llegada de los trenes es de una media hora, así como el tiempo aproximado de su recorrido. El precio es de unos 8€ y gratuito para los niños. Definitivamente fue lo mejor que pudimos hacer, ya que aunque las vistas durante el recorrido no son espectaculares, nos llevó a unos viñedos donde pudimos observar el exterior de una bodega. Continuó su paseo hasta la Playa de St. Andrew en Agios Andreas, una de las mejores playas de la zona. Allí nos bajamos del trenecito y pudimos comprobar que realmente es una playa bonita y tranquila, con aguas cristalinas. Junto a la playa se encuentra el Liris Lounge Bar donde aprovechamos para tomar algo y relajarnos disfrutando del entorno sentados en unos cómodos sofás. Los precios son asequibles y con la consumición puedes utilizar las tumbonas que hay en la playa.

Aproximándose la hora de almorzar y viendo que se acumulaba gente en la parada de tren decidimos esperar al siguiente para regresar a Katakolon, que no tardó mucho, y en poco menos de 15 minutos nos dejó de vuelta en la plaza del pueblo.

Continuamos nuestro camino de vuelta al Reflection paseando por el paseo marítimo, disfrutando de la vista del mar y de los muchos bares y restaurantes que allí había.

Ya de vuelta en el barco nos dirigimos al buffet para almorzar y contentos por lo cómoda que había sido esta escala, sobre todo teniendo en cuenta que prácticamente acabábamos de comenzar nuestro crucero y al día siguiente nos esperaba Atenas, destino para el que teníamos que guardar fuerzas.

Para aquellos que en lugar de seguir nuestros pasos opten por realizar la visita de Olimpia, a continuación, en “Lugares de Interés” os dejo algunos consejos para hacerla por vuestra cuenta.

• 1.- Calles de Katakolon: Katakolon es un pueblo muy pequeño, prácticamente formado por 3 calles paralelas. Una de ellas junto al mar, a modo de paseo marítimo repleta de bares, terrazas y restaurantes, otra en la que se encuentran la mayoría de las tiendas de alimentación, ropa, recuerdos, etc… y la tercera compuesta principalmente por las residencias de los habitantes y algunos bares y tiendas.

• 2.- Iglesia Ortodoxa Agios Nicolaos: Al final de la calle principal de Katakolon se encuentra esta modesta iglesia de colores blanco y azul, construida en honor a San Nicolás, patrón de la ciudad. Su interior está decorado con bonitos mosaicos y símbolos religiosos.

• 3.- Museo de la Tecnología Antigua: Situado en la plaza central de Katakolon, frente a la iglesia, este museo fue inaugurado en 2005 y alberga una exposición con más de 300 ingeniosos artefactos tecnológicos, algunos construidos hace más de 4000 años.
  Horario de apertura: De 09.00h a 15.00h. No abre todos los días, así que es mejor consultar la agenda en la web del museo. Precio de la entrada: Adultos unos 2€ y niños gratis. Más información….

• 4.- Olimpia: La ciudad de Olimpia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentra a unos 38 kilómetros de Katakolon, distancia que puede hacerse en unos tres cuartos de hora.

  Para desplazarnos hasta allí tenemos varias opciones, una es coger un taxi en las proximidades del puerto que, por unos 80 euros, nos llevará a la entrada de las ruinas y nos recogerá a una hora concertada con el conductor para llevanos de vuelta al puerto. La entrada combinada al recinto cuesta unos 12 euros e incluye la visita al Recinto Arqueológico, Museo Arqueológico, Museo de la Historia de las Excavaciones en Olimpia y Museo de la Historia de los Antiguos Juegos Olímpicos. El problema es que al no tener un guía que explique la visita lo único que vas a ver son ruinas sin poder identificar a que correspondían originalmente, así que lo mejor es ir preparados previamente con mapas, explicaciones y detalles.

  Otra opción es contratar la excursión con con una de las agencias locales que hay a la salida del puerto, que por unos 10 euros incluye un guía en español.

  Por ubicación lo más razonable y mi consejo, es visitar primero el Museo Arqueólogico, donde se encuentran los restos más importantes extraídos de las excavaciones y posteriormente el Recinto Arqueológico.

  Os anticipo que no es una excursión cómoda, ya que la visita suele durar unas 4 horas, la mayor parte del tiempo al sol, muy poco recomendada para niños o personas con movilidad reducida.

  Horario de apertura: De lunes a Domingo, de 08.00h a 20.00h. Precio de la entrada: Unos 12€ por persona y unos 6€ la entrada reducida, así como la entrada individual, teniendo en cuenta que del 1 de abril al 31 de octubre no está disponible esta última entrada. Más información….

• 5.- Playa de Agios Andreas: Espectacular playa dotada de todo tipo de servicios, tales como restaurante, vestuarios, servicios, tumbonas con sombrillas, etc…